El Castillo de Samitier se situa en la orilla derecha del Cinca, suspendido sobre el desfiladero del Entremón, a caballo entre los pantanos de Mediano y El Grado, desde el año 1030.
Se puede subir hasta sus proximidades en 4×4; pero el paseo no es demasiado fuerte y merece la pena. En apenas 30 minutos llegamos hasta las ruinas. La pista comienza en el pueblo de Samitier, detrás de su iglesia parroquial. A mitad de camino, la ermita gótica (S XVI) de Nª Sª de Waldesca, recientemente rehabilitada, bien merece una parada.
El conjunto religioso-militar se edificó por mandato de Ramiro I. La iglesia corta el paso hacia el recinto y la torre del castillo. El templo tiene planta basilical de tres naves, más alta la central, rematadas en sendos ábsides semicirculares, sin adornos y con un ventanal de doble derrama centrando cada uno de ellos. Bajo la nave sur, se construyó una cripta para salvar el desnivel del terreno. La cabecera de la misma es plana al exterior.
Este conjunto aúna rancia historia impresionantes vistas y magnífica arquitectura románica. El Conjunto se edificó entre 1030 y 1050 por órden de Ramiro I, como enlace de la primitiva frontera de Sobrarbe. Encargó de su custodia y culto de la iglesia a una comunidad de monjes-soldado, en un anticipo de lo que más tarde serían las órdenes militares. Es una de las construcciones románicas más antiguas de Sobrarbe.Al sur del conjunto, en una cresta próxima subsiste la base de su torre albarrana.