El Cañón de Añisclo o garganta del río Bellos, se sitúa en el Pirineo Oscense, al Sur del macizo de Monte Perdido, discurriendo en dirección Sur durante unos 12 km, desde el Circo de Añisclo hasta la confluencia con el valle del río Aso.

El Cañón de Añisclo forma parte del Parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, junto con el macizo de Monte Perdido, Valle de Ordesa, la Garganta de Escuaín y el Valle de Pineta.

Al Norte, Añisclo está cerrado por el Collado de Añisclo, entre Monte Perdido y la Sierra de las Sucas, con un paso a 2500 metros de altitud que comunica con el Valle de Pineta. Al Oeste, la Sierra Custodia y el Mondicieto separan a este valle del Valle de Ordesa, mientras que al Este se encuentran las Gargantas de Escuaín.

Se trata de un impresionante valle que se encajona en un profundo cañón, fruto de la acción del agua sobre la roca caliza, en una sucesión de bellos toboganes y cascadas, entre los que hay que reseñar la Fuen Blanca o Fon Blanca, un nacimiento en la pared vertical del Pico de Añisclo que fluye verticalmente sobre el valle. En los sitios en los que el terreno y la altura permiten el crecimiento de vegetación, la gran humedad y la casi permanente sombra del profundo cañón, producen tupidos bosques como la Selva Plana.

Son muy destacables la ermita del San Úrbez (que se compara con la de Covadonga) incrustada en la montaña y el puente de San Urbez, ambas son visita obligada para cualquiera que visite esta zona del Pirineo.